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¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo

Chapter 7
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Capitulo 7 Mientras tanto, Ledo ya habia vuelto con Carol.

Carol no tenfa ni idea de lo que habia pasado recién, ni mucho menos que su hijo Ledo habia armado una tan grande. Al verlo llegar a toda prisa, la preocupacién se pintaba en su rostro, “Ledo, ;dénde te habias metido? Mami te ha estado buscando un montén.” Al ver la actitud de su mama, Ledo se cuenta de que seguro que ain no se habia enterado de todo el lio.

Con los ojos brillando de alegria, sonrié animado, 87 “No te preocupes, mamita. Era mi primera vez aqui ycuriosidad, asi que sali a echar un vistazo. jMira qué animado esta todo por aqui!” “Claro, jeste es uno de los més grandes y concurridos de nuestras ciudades! Pero hay mucha gente y es peligroso, no puedes andar vagando solo. ;Qué hariamos tus hermanos y yo si te llevara un secuestrador?” Ledo se golped el pecho con confianza y le dijo, “Tranquila, mamita. Si un secuestrador se tropieza conmigo, mas le vale preocuparse. ;No sabes quién es tu hijo? ;Cémo iba a dejallevar tan facilmente?” “Siempre con tu charla, lo reprendié Carol, aunque sin rastro de enojo en su cara, solo amor y mimos.

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Ledo, haciéndose el mimoso, le dijo, “Ya, mamita, no te preocupes. Mira, aqui estoy, sano y salvo. Vamos a comer algo,muero de hambre. Seguro que mis hermanos también.” Ledo estaba preocupado de que la mujer malvada de antes realmente apareciera y molestara a su mama.

Carol sonrid, “Esta bien, ahora mismo los llevo a comer algo delicioso.” “Mmm,” los tres asintieron al unisono.

Lain aprovechd para tomar la maleta con ruedas de Carol, “Mamita, yoencargo.” Ledo répidamente agarré la mochila de Carol, “Las damas solo deben preocuparse por estar hermosas, nosotros los hombres nos ocupamos del trabajo duro.” Luca también extendié su manita, “Mamita, de la manita, Luca te ayuda.” Carol, como una princesita mimada por su familia, sonrefa feliz mientras tomaba de la mano a Luca, y juntos abandonaron la estacién de tren.

Nadie se percaté de que, a poca distancia, unos ojos los observaban con una mirada 15.09 profunda y significativa....

Aunque la persona sonrefa, su sonrisa era tan sombria y perturbadora como la de un fantasma.

Llevarse el equipaje a comer era incomodo, asi que Carol decidié buscar un pequehotel cerca de la estacién para alojarse.

Todavia no habla empezado a trabajar y no tenia mucho dinero, asi que no podian permitirse un hotel mas caro.

Planeaba divorciarse de Aspen, arreglar los registros familiares de los nifios y luego, con sus hijos, dejar Puerto Rafe para asentarse en una ciudad con un clima primaveral todo el ay buscar trabajo.

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“;Vamos a quedarnos aqui hoy, mamita?” le pregunt Lain.

Carol sabia que Lain era un poco maniatico con la limpieza y probablemente no le gustaria mucho el lugar, asi que lo tranquilizo, “Por ahora no tenemos mucho dinero, asi que no podemos pagar un hotel mejor. Pero no te preocupes, limpiaré todo, pondremos nuestras propias sébanas y no estaremos aqui por mucho tiempo. Una vez que arregle algunos asuntos, nos mudaremos.” Lain pensé en los miles de millones que tenia a su nombre y no pudo evitar sentirse un poco frustrado.

Su mama era genial en todo, menos en una cosa: era un poco inocente.

Hace dos afios, cuando gand su primer gran dinero, fue a decirselo a su mama y ella casi se desmaya al ver los cien mil pesos. No podia creer que un nipudiera ganar tanto dinero tan facilmente, pensé que era un nuevo truco de los secuestradores, déndole dinero como cebo para luego llevarse a los nifios.

Ella no podia dormir y estaba preocupada, casi no sonreia en esos dias.

Cuando gané su segundo gran dinero, un millén de pesos, dudé mucho antes de decirselo a su mama, porque no queria que volviera a preocuparse. Después de eso, gané mas y mas, y el dinero simplemente se acumulaba en el banco, sin oportunidad de gastarlo.

Antes de bajar de la montafia y viendo que su mama realmente no tenia dinero, le hizo dar a Carol cinco mil pesos a escondidas y le dijo que habia ganado un sorteo en el supermercado del pie de la montafia. Carol incluso salté de alegria. Qué suerte! 2/2